Los lucernarios también denominados claraboyas o tragaluces son esas ventanas que se sitúan en el techo de una construcción con el objetivo de permitir la entrada de luz natural y además ayudar en la ventilación de la estancia. En la actualidad los lucernarios son un elemento imprescindible en las naves industriales y aportan muchas ventajas al buen funcionamiento de la actividad laboral que se desarrolle.
En función de cada cubierta hay un lucernario que se adapta a la perfección y que encaja con la estética y el propósito. Existen distintos tipos de claraboyas: cuadradas, piramidales, rectangulares… fabricadas en todo tipo de materiales y con distintos sistemas de apertura. La mayoría de las instalaciones de este tipo de claraboyas es comercial o industrial, aunque su uso también puede ser particular, por ejemplo, en una buhardilla, donde se dotará a la estancia de una mayor luminosidad.
Te explicamos aquí qué son exactamente los lucernarios y cuáles son esas ventajas.
¿Por qué instalar lucernarios en las cubiertas industriales?
Los lucernarios como su propio nombre sugiere son una ventana abierta en el techo o en la parte alta de la pared de una construcción, que permite la entrada de luz natural en la estancia y facilita la ventilación de la misma. El origen del término lucernario está en el vocablo latín lucernarium que significa lámpara de aceite, precisamente por esa contribución a la iluminación de los edificios se ha heredado en nuestro vocabulario.
Las claraboyas o tragaluces son otras formas de llamar a estos elementos, pero todos suelen cumplir con esa doble función: entrada de luz natural y facilitar el movimiento del aire del interior de una construcción.
Tipos de lucernarios
Los lucernarios o claraboyas están compuestos de un zócalo, una cúpula y un mecanismo de apertura. Un pequeño análisis de dichos elementos nos permite distinguir el zócalo como ese pequeño elemento o soporte que se coloca sobre la cubierta de la construcción y que servirá de apoyo a la cúpula. Se fabrican en distintos materiales, no deben ser muy pesados para no castigar la cubierta y pueden ser de PVC, poliéster reforzado con fibra de vidrio y de chapa metálica.
La cúpula son el elemento central de los lucernarios y suelen estar fabricadas en metacrilato blanco o transparente. Es importante que estén fabricadas en un material que no se vuelva amarillo por la acción del viento y la lluvia y que conserve su transparencia el mayor tiempo posible. En función de las necesidades estéticas o personales se pueden encontrar en el mercado claraboyas con cúpulas de forma circular, cuadrada, rectangular e incluso piramidal, recordando la imagen de la famosa pirámide del Museo Louvre de París.
La instalación de los lucernarios para ser de garantía debe tener una perfecta estanqueidad para evitar condensaciones que puedan ir menoscabando la calidad de los materiales del mismo. En el caso de claraboyas que ayuden a ventilar estancias es fundamental tener un mecanismo de apertura de la más estricta calidad que garantice la larga vida de la instalación. Si se necesita que la claraboya se abra existe un amplio catálogo de posibilidades que veremos más adelante.
Claraboyas según el tipo de cúpula
En función del tipo de cúpula que se instale hay dos tipos de lucernarios básicos:
Por un lado, está el lucernario con cúpula monovalva, con una instalación más simple es el recomendado para naves que trabajen con puertas abiertas y que tengan garantizado el aire limpio y de calidad sin necesidad de los sistemas de cubierta.
Mientras que los lucernarios con cúpula bivalva o doble cúpula al ser más resistentes evitan la condensación del agua y son recomendados en instalaciones que precisen de mayor seguridad y estanqueidad.
Claraboyas según el sistema de apertura
Dentro de los lucernarios con apertura tenemos una clasificación en función del funcionamiento de los sistemas de apertura:
Lucernarios de apertura telescópica no son los idóneos para temas de ventilación, ya que son de apertura manual y los amortiguadores permiten una apertura que va desde los 70 a los 85 grados.
Lucernarios de apertura por husillo son aquellos que se abren y cierran mediante una manivela accionable.
Lucernarios de apertura eléctrica son los indicados para aquellas instalaciones de difícil acceso.
También hay que mencionar que existe un tipo especial de lucernario especialmente indicado para evacuar humos.
Beneficios de instalar lucernarios en cubiertas industriales
Una vez que hemos visto las distintas posibilidades y elementos que conforman un lucernario es importante destacar el porqué de la creciente importancia de este elemento en las instalaciones industriales. El éxito de los lucernarios radica en la gran cantidad de ventajas que arrojan a una instalación. Veamos algunos de los beneficios de los tragaluces en cubierta:
– Los lucernarios permiten la entrada de luz natural en un 75% por lo que se ahorra en la factura de la luz, lo cual cada día representa un mayor ahorro.
– Además mejoran el aislamiento térmico del edificio. Incluso en circunstancias en las que existen fuertes contrastes térmicos entre interior y exterior.
– En el caso de los lucernarios de cúpulas bivalva, además evitan la condensación.
– Las claraboyas también colaboran con la extracción de humos y ventilación. Siendo un complemento ideal a los extractores eólicos, que ya analizamos en artículos anteriores.
– Muchos de los lucernarios facilitan el acceso a la cubierta industrial para labores de mantenimiento o limpieza.
– En función de las necesidades ya hemos visto que pueden elegirse diferentes formas y materiales. Existe un modelo perfecto para cada cubierta.
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