Porque hay que quitar el amianto y la uralita de una cubierta: salud y legislación.

El amianto y la uralita son materiales utilizados tradicionalmente en la construcción, pero con el paso del tiempo se descubrió que presentan graves riesgos para la salud. Las fibras de amianto con los años pueden liberarse y ser inhaladas, provocando enfermedades pulmonares e incluso acelerar la aparición de algún tipo de cáncer.

La retirada de estos materiales es fundamental para proteger la salud pública y cumplir con la legislación vigente en España. La normativa establece claramente las circunstancias en las que es obligatorio retirar la uralita y el amianto de las edificaciones.

Solo las empresas certificadas como Cubiertas Taad en Barcelona pueden realizar estas tareas de retirada de la uralita en las cubiertas de los edificios y las naves industriales. Descubre las razones en este artículo.

¿Qué son el amianto y la uralita?

El amianto y la uralita son materiales que han tenido un uso prolongado en la construcción, sobre todo durante el siglo pasado, pero que presentan serios riesgos para la salud. Estas son algunas de sus características, tipos y aplicaciones históricas en la edificación.

Características del amianto

El amianto es un grupo de minerales fibrosos que se encuentra en la naturaleza. Su principal característica es su resistencia al calor y a los productos químicos. Estas propiedades lo hicieron muy popular en la industria y la construcción durante el siglo XX. El amianto se presenta en formas con diferentes características, como:

  • Fibra resistente: Las fibras de amianto son muy finas y pueden ser inhaladas, lo que aumenta los riesgos para la salud.
  • Aislamiento: Posee excelentes propiedades aislantes térmicas y acústicas.
  • Resistencia al fuego: Es altamente resistente a altas temperaturas, lo que lo convierte en un material atractivo para la construcción de edificios y estructuras que requieren protección contra incendios.

Tipos de amianto

Existen varios tipos de amianto, pero los más comunes son:

  • Crisotilo: También conocido como amianto blanco, es el tipo más utilizado en Europa y constituye aproximadamente el 95% del amianto comercializado en este continente.
  • Amosita: Conocido como amianto marrón, es altamente resistente, pero también está asociado con altos riesgos de salud.
  • Crocidolito: Este amianto azul es el más peligroso, y se ha utilizado en aplicaciones industriales, pero su uso está prohibido en muchos países.

La uralita y su composición

La uralita es un producto de construcción compuesto principalmente por fibrocemento. Este material incluye fibras de amianto mezcladas con cemento, lo que le proporciona resistencia y durabilidad. En su composición se encuentran:

  • Cemento Portland: Proporciona la estructura base de la uralita.
  • Fibra de amianto: Aporta propiedades aislantes y aumenta la resistencia del material.

Sin embargo, la combinación de estos componentes da lugar a un material que puede liberar fibras de amianto al ambiente cuando se deteriora, presentando un grave riesgo para la salud de las personas expuestas.

Aplicaciones históricas en la construcción

A lo largo de los años, el amianto y la uralita se utilizaron en una amplia variedad de aplicaciones en la construcción, debido a sus propiedades únicas. Algunas de estas aplicaciones incluyen:

  • Tejados y cubiertas: Utilizados por su resistencia a la intemperie y su capacidad de aislamiento.
  • Canalizaciones: Instalaciones de tuberías y conductos de ventilación que aprovechan su durabilidad.
  • Paneles de aislamiento: Utilizados en muros y techos para mejorar la eficiencia energética.

A pesar de sus ventajas, el reconocimiento del daño que el amianto puede causar a la salud ha llevado a su prohibición en muchos ámbitos, marcando así la necesidad de su retirada en edificaciones donde todavía se encuentre.

Riesgos para la salud asociados al amianto y la uralita

Los riesgos para la salud derivados de la exposición al amianto y la uralita son significativos y han sido objeto de estudio durante décadas. Estas amenazas se vinculan tanto a la inhalación de fibras de amianto como a diversas afecciones pulmonares y otras enfermedades graves como puede ser el cáncer.

La inhalación de fibras de amianto

La inhalación de fibras de amianto es la principal vía de exposición que puede conducir a problemas de salud serios. Estas fibras, cuando se liberan al ambiente, son tan pequeñas que pueden permanecer en el aire durante largos períodos. Al ser inhaladas, pueden alojarse en los pulmones y causar lesiones a largo plazo.

Factores que aumentan el riesgo

Ciertos factores pueden aumentar la probabilidad de sufrir enfermedades relacionadas con el amianto. Estos factores incluyen:

Tiempo de exposición

El riesgo de desarrollar enfermedades se incrementa con el tiempo de exposición. Cuanto más tiempo se haya estado expuesto a las fibras de amianto, mayor será el riesgo para la salud. Esto se debe a que el material puede acumularse en los pulmones y causar daños acumulativos a lo largo de los años.

Condiciones de deterioro de los materiales

Las condiciones en las que se encuentra la uralita o cualquier material que contenga amianto son cruciales. Si estos materiales presentan signos de deterioro, como grietas o deslaminaciones, el riesgo de liberación de fibras es considerablemente mayor. Esto puede ocurrir incluso en edificios que han estado en uso durante un tiempo prolongado.

Legislación sobre el amianto en España

La legislación relativa al amianto en España ha evolucionado significativamente en respuesta a los riesgos asociados con su uso. A lo largo de las últimas décadas, la normativa ha buscado proteger la salud pública y establecer medidas de control para la gestión de este material peligroso.

Evolución de la normativa

Desde que se empezó a reconocer el peligro que representa el amianto, se han implementado diversas leyes y regulaciones. En los años 90, comenzaron a surgir las primeras disposiciones que abordaban la situación del amianto en los edificios. A medida que la evidencia científica sobre los efectos nocivos se consolidaba, la legislación se volvió más estricta.

En los últimos años, las normativas han incluido no solo la prohibición de nuevos usos, sino también la obligación de realizar inventarios y la gestión adecuada de los ya existentes. Se ha fomentado la sensibilización sobre la importancia de la retirada del amianto para garantizar la salud de los ciudadanos.

Real Decreto y su significado

Uno de los hitos en la legislación española fue la promulgación del Real Decreto 396/2006, que regula la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al amianto. Este decreto establece las obligaciones de las empresas y las medidas de prevención necesarias para garantizar la salud laboral en actividades donde pueda haber contacto con amianto.

Este marco normativo es fundamental para establecer pautas en el manejo seguro del amianto y obliga a las empresas a llevar a cabo evaluaciones de riesgo y a implementar medidas de seguridad efectivas.

Orden Ministerial del 7 de diciembre de 2001

La Orden Ministerial del 7 de diciembre de 2001 es otra pieza clave en la legislación sobre el amianto en España. Esta norma establece la obligación de mantener un censo de materiales que contienen amianto, así como las condiciones para su retirada.

Se especifica que la retirada de estos materiales debe realizarse de forma segura y por personal especializado. Asimismo, la orden define las circunstancias que deben considerarse para determinar cuándo la retirada es obligatoria, especialmente en relación con la antigüedad y deterioro del amianto.

Prohibiciones y limitaciones legislativas

Desde la entrada en vigor de la legislación sobre el amianto, se han implementado diversas prohibiciones y limitaciones. A partir de 2002, la producción de nuevos materiales que contengan amianto está estrictamente prohibida. Esta prohibición incluye la fabricación y comercialización de productos de construcción que utilicen amianto en su composición.

La normativa vigente también establece criterios claros sobre las condiciones bajo las cuales se deben retirar los materiales de amianto existentes. Se consideran obligatorias las retiradas cuando los materiales están en estado deteriorado o al final de su vida útil, garantizando así la mitigación de riesgos para la salud pública.

Circunstancias en las que es obligatorio retirar amianto y uralita

La retirada de amianto y uralita se convierte en una obligación legal en diversas situaciones. Estas circunstancias están reguladas por normativas específicas que buscan garantizar la seguridad y la salud pública. Conocer estos supuestos es fundamental para la correcta gestión de estos materiales peligrosos.

Final de la vida útil del material

Cuando los materiales que contienen amianto han estado en uso durante un período de 25 a 30 años, se considera que han alcanzado su final de vida útil. Esto se debe a que, con el tiempo, se deterioran y pueden liberar fibras al ambiente. La normativa establece que es imperativo retirar estos materiales una vez superada esta vida útil estimada, dado el alto riesgo que presentan para la salud.

Deterioro visible y riesgo de liberación de fibras

El estado físico de las cubiertas de uralita puede ser un indicador crítico de su seguridad. Si se observan daños visibles como:

  • Agritamientos o fracturas en el material
  • Desprendimientos de partes significativas
  • Desgastes por condiciones climáticas o falta de mantenimiento

En tales casos, la retirada de la uralita es de vital importancia. El deterioro de la uralita aumenta el riesgo de liberar fibras de amianto al aire, lo que puede resultar en exposiciones peligrosas para los habitantes y trabajadores de la zona.

Casos de instalación posterior a 2002

La legislación española prohíbe desde 2002 la instalación de cualquier material que contenga amianto. Así, cualquier uralita que haya sido instalada tras esta fecha es objeto de particular atención. Estas estructuras están sujetas a sanciones y la obligación de ser retiradas por la infracción de las normas vigentes. Las empresas especializadas deben ser contactadas para llevar a cabo su correcta gestión y eliminación.

Requisitos legales para la retirada

La retirada de amianto y uralita debe ser realizada de acuerdo con estrictos requisitos legales. Entre estos se incluyen:

  • El proyecto de retirada debe ser elaborado por técnicos cualificados.
  • Se debe comunicar la retirada a las autoridades competentes en materia de salud y medio ambiente.
  • Se han de seguir protocolos específicos para minimizar la exposición a las fibras durante el proceso de retirado.
  • Es necesario contar con un plan de gestión de residuos que garantice la disposición segura del amianto retirado.

El cumplimiento de estas normativas no solo es una obligación legal, sino también una medida crucial para proteger la salud pública y el medio ambiente.

En Cubiertas Taad somos especialistas en el buen mantenimiento de las cubiertas industriales y edificios de viviendas. Esto incluye la retirada del amianto y la uralita existente en ellos, como empresa certificada. En caso de necesidad no dudes en contactar con nosotros y te enviaremos el mejor presupuesto para eliminar el amianto y la uralita de tu nave o edificio.

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